Contra el delito, nada más efectivo: pedirle a un ladrón -a través de un cartel- que se admita como tal y que decida no ejercer, al menos en ese lugar. 
La advertencia estaba en el ingreso a uno de los principales mercados populares de Cuzco, en Perú, y apelaba a la "buena voluntad" los delincuentes.
(fotografía analógica, edición digital)

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