Es una de las obras de ingeniería más importantes del siglo XX, sirviendo como la arteria principal del comercio marítimo global. Inaugurado en 1914, acortó en miles de kilómetros las rutas entre el Océano Atlántico y el Pacífico. Hoy cerca del 6% del comercio mundial pasa por sus aguas.
El sistema se basa en un complejo de lagos y esclusas que elevan y bajan los barcos 26 metros sobre el nivel del mar. Una de las principales es la de Miraflores (la más próxima al Pacífico, y donde se tomaron estas fotos). En 2016, se amplió su capacidad para recibir barcos del tipo “NeoPanamax”, de hasta 366 metros de largo, y de más del doble de capacidad de carga que los anteriores.
El sistema se basa en un complejo de lagos y esclusas que elevan y bajan los barcos 26 metros sobre el nivel del mar. Una de las principales es la de Miraflores (la más próxima al Pacífico, y donde se tomaron estas fotos). En 2016, se amplió su capacidad para recibir barcos del tipo “NeoPanamax”, de hasta 366 metros de largo, y de más del doble de capacidad de carga que los anteriores.
Su construcción fue una hazaña, con un costo en vidas tremendo: se calcula que murieron entre 20.000 y 25.000 personas, principalmente por enfermedades como la malaria y la fiebre amarilla.
(Fotografías analógicas, edición digital)
Un operario, en la proa de uno de los barcos. Las esclusas de Miraflores fueron terminadas en 1913.
Una de las “mulas” de las esclusas. Estos vehículos se encargan, a través de cables de acero, de mantener alineados a los barcos a lo largo de su paso por el sector.
El detalle del trabajo de las pequeñas locomotoras en las esclusas de Miraflores.
Operarios del Canal, en tareas para el paso de un barco de tipo Panamax.
Actualmente, el Canal permite el paso de barcos del tipo NeoPanamax, de unos 49 metros de ancho (manga)
El Canal de Panamá sigue siendo un punto clave para el comercio internacional.
Vista del lago Miraflores y de la ruta hacia las esclusas de Pedro Miguel, en la salida al Atlántico.